La Oreo cheesecake que preparé fue un pequeño favor que me solicitó una amiga para el día de su cumpleaños. Nunca la había hecho antes, así que miré un par de recetas por internet.
La elaboración requiere algunos materiales de alta calidad, ya que sabemos que las galletas de Oreo son de marca y se requieren bastantes. Se puede ahorrar un poco con la leche, la nata y el queso de untar, pero las galletas tienen que ser si o si de Oreo.
Materiales necesarios para elaborar la receta:
- Molde desmontable
- Peso
- Medidor de litros
- Una cazuela o cazo
- Papel de hornear
- Mortero para triturar galletas (sí, si tenéis triturador usarlo)
Ingredientes para la base del pastel:
- 200 gramos de galletas Oreo
- 100 gramos de mantequilla
Ingredientes del relleno de la tarta:
- 500 gramos de nata líquida para montar al 35% de materia grasa
- 150 gramos de azúcar
- 2 Sobres de cuajada
- 300 ml de Leche
- 320 gramos de queso Philadelphia
- 160 gramos de Oreo
Opcional
- Agregué en la parte vacía del plato un poco de nata montada y sirope de chocolate, aunque ya sabéis que cualquier cosa sirve a la hora de decorar, todo es cuestión de ser creativos.
Base del pastel de Oreo y queso
Antes de ponernos a picar «Como si no hubiese mañana» (en inglés «Like there ins’t tomorrow»), debemos separar los 200 gramos de galletas, es decir, abrimos la galleta y con ayuda de un cuchillo o cuchara, apartamos el relleno de la galleta y lo reservamos en un plato para más tarde preparar el relleno de la tarta con esto. Os recomiendo poneros alguna serie o algo de música porque vais a estar un buen rato preparando esto.
Cuando tengamos la separación realizada, llega la hora de machacar las galletas con un triturador o similar.
Una vez se quede todo en estado de polvillo, prepararemos el molde junto al papel de hornear. Dentro amasaremos los 100 gramos de mantequilla junto a la galleta para formar la base. Cuando lo mezclemos bien, lo esparciremos por toda la base.
Para finalizar con la base la dejamos reposar en la nevera.
Relleno del pastel de queso y Oreo
Antes de ponernos a cocinar tenemos que machacar unos 80 gramos más de galletas en estado de polvo (evidentemente, separando el relleno junto con el que ya tenemos) y reservar las galletas oreo machacadas para luego agregar a la parte superior de nuestra tarta. También partiremos en trozos las galletas que nos queden, para luego agregarlas dentro del relleno y darle un toque, espectacular.
Ahora separamos 300 ml de leche en dos vasos de 150 ml.
Primero juntaremos el queso de untar, la nata, el relleno de las galletas oreo y los 150 ml de leche en el fuego. Removemos hasta que todo se disuelva. Puedes empezar por disolver primero a fuego lento el queso y el relleno de la galletas, para más tarde agregar la nata y la leche. Es bastante más práctico que tener que ir moviendo todo para que se disuelva.
Cuando todo el contenido este disuelto, insertamos un sobre de cuajada dentro de la cazuela, y el otro sobre lo agregamos a los 150 ml de leche que teníamos reservados. Disolvemos bien en ambos, y agregamos la leche restante al cazo.
Continuamos removiendo la mezcla y poco a poco vamos introduciendo los 150 gramos de azúcar hasta conseguir que se disuelva bien.
Esperamos hasta que empiece a hervir, que será el momento de apartarlo del fuego y agregar las galletas troceadas. Removemos para que se queden bien esparcidas por toda la mezcla y ya podemos agregar esta mezcla a la base.
Por último, solo nos queda esparcir el polvillo que nos queda de las galletas oreo machacadas por la parte superior de la tarta y guardar en la nevera por unas 6 horas.
Decoración
Lo que os comenté antes, compré un bote de nata que tenía planeado poner por encima junto a galletas enteras Oreo, pero me pareció mejor idea rellenar la tarta con trocitos de galleta enteros y usar la nata para la presentación del plato, junto al sirope de chocolate.
Con la nata montada también se puede decorar un poco los laterales de la tarta o también galletas enteras o rotas en la parte superior.